domingo, 24 de febrero de 2013

Ten la disposición y valentía para lanzarte por cada balón, por más difícil que parezca atajarlo

Nunca sabes si tendrás suerte y lograrás salvar tu marco; al menos tus compañeros aplaudirán el esfuerz

Aprende a usar tanto tus brazos como tus piernas en el momento oportuno.

Usa tus manos aun cuando la situación no sea tan apremiante. Si la pelota llega calmadamente hasta ti, un despeje precipitado con tus piernas da la oportunidad al otro equipo de recuperarla. Mejor controla el balón, sostenlo en tus manos y date unos segundos para identificar un compañero libre que pueda recibir tu pase. Usa tus piernas sólo cuando se trate de una emergencia. Por alguna razón eres portero y tienes guantes: el recurso de jugar el balón con las piernas es arriesgado, aun si eres bueno controlándolo con tus pies. A menos de que sea necesario para despejar el balón en una situación peligrosa o encontrándote fuera de tu área, o bien si recibes un pase comprometido de otro compañero, evita usar las piernas.

Aprende a estar en comunicación con todos tus compañeros

adie tendrá mejor visión de campo que tú, así que debes indicarle a qué jugadores del equipo contrario hace falta marcar. No les grites cuando comenten errores: es importante que los motives a mejorar y les des tu apoyo aun cuando un error suyo le haya costado al equipo un tanto en contra. Arquero mudo, arquero muerto

Aprende cómo los principios geométricos pueden ayudarte a mejorar en tu técnica como portero

Siempre intenta recortar el ángulo de disparo, es decir, impide que el atacante tenga muchas direcciones para patear. Por ejemplo, si se acerca a ti por tu lado derecho, no te quedes en el centro de la portería: avanza ligeramente en diagonal sobre el poste derecho para que tenga sólo la opción de patear a tu lado izquierda o intentar sorprenderte con un tiro raso pegado a tu pie derecho. Si un balón rebota sobre el césped justo enfrente de ti, no intentes recogerlo sólo con las manos; lanza todo tu cuerpo hacia adelante para asegurarlo entre tus brazos. Esto es para contrarrestar el impulso que lleva la pelota y puede llevarla a escurrirse de tus manos. Cuando vayan a cobrar un penalti en tu contra, siempre intenta reducir el ángulo por el que el balón puede cruzar la línea de meta. Esto lo logras averiguando sobre cuál de tus costados pateará el atacante: fíjate hacia dónde se dirigen sus ojos, pero como la mirada puede engañar, fíjate sobre todo en la manera de flexionar el pie para apuntar con el empeine hacia una dirección, y de la misma manera en la cadera del futbolista: en el momento en que ha decidido su tiro, inclinará la cadera hacia atrás en uno de sus perfiles, y es casi imposible que la dirección del disparo no acompañe ese movimiento (por ejemplo, si el jugador decide patear hacia la izquierda, inclinará su cadera hacia atrás sobre su lado derecho para darle mayor impulso al movimiento que iniciará hacia su izquierda). .

Ejercítate

Un portero necesitará abdomen, piernas y brazos fuertes. Intenta trabajar en la potencia de tu salto vertical para que al lanzarte a los costados desde el centro de la portería no haya ningún punto del arco al que no puedas llegar. Deberás ser capaz de patear la pelota a través de una gran distancia cada vez que la hayas recuperado y necesites comenzar el avance de tu equipo, además de que estarás encargado de cobrar todos los tiros libres a favor de tu equipo dentro de tu área. Pero no sólo necesitarás despejar el balón con las piernas: para los envíos rápidos después de un lance la fuerza en los brazos también es importante si quieres lanzar pases precisos a tus compañeros de equipo.

Para atrapar el balón, coloca tus manos ligeramente flexionadas con las manos mirando hacia adentro, y los pulgares a punto de tocarse

esto crea un receptáculo natural para que el balón se fije en tus dedos, siempre y cuando las manos estén a la altura del pecho o más arriba para que las manos puedan conservar la misma posición. La línea que comienza en tu índice izquierdo, baja para elevarse por el pulgar izquierdo hasta alcanzar el derecho, y termina en la punta del índice derecho, debe formar una “W”. Sin embargo, si el balón va hacia ti a una altura debajo del nivel de tu pecho, tendrás que probar otras formas de sujetarlo, como recibirlo con el pecho y flexionar los codos hacia ti para atrapar el esférico en esa posición. Hay algunas jugadas en las que no resultará posible quedarte con el balón, y deberás despejarlo de tu área para mayor seguridad. Para alejar el balón hacia un costado, puedes usar las palmas de las manos, las puntas de los dedos si se trata de un lance muy comprometido, o bien el puño completo para imprimir fuerza a tu despeje. Sólo recuerda no meter los pulgares dentro de tu puño cuando hagas contacto con la pelota, y si despejarás hacia atrás de la portería, asegúrate de que la altura es suficiente para evitar un gol en propia meta. Para lanzarte a atrapar un balón que va cayendo desde lo alto, levanta una rodilla e impúlsate con la otra pierna; usa la posición de manos en “W” para sujetarlo. Atrae el balón hacia tu cuerpo y hacia el piso para detenerlo por completo. Si el balón va por lo bajo, tu lance deberá ser con los brazos extendidos, tratando de presionar el balón contra el césped para detenerlo, y después rodeándolo con el resto de tu cuerpo, que debe seguir el movimiento del lance para proteger la posición del balón. Siempre que sea posible, intenta colocar tus manos delante de tu cuerpo para detener el balón; de esa manera, aunque no llegaras a sujetarlo o se deslizará entre tus brazos, puede rebotar con otra parte de tu cuerpo y desviarse de la portería.

Debes conocer dos tipos de movimientos básicos como portero de fútbol

balanceo y la carrera. En el balanceo, intentas conservar tu línea de posición en el campo y te mueves sólo lateralmente para ajustarte al ángulo en el que mejor cubras la portería. Si decides correr, deberás hacerlo hacia adelante o hacia atrás, dependiendo de la trayectoria que debas seguir para cubrir la trayectoria del balón: lo importante es no perderlo de vista nunca.

viernes, 22 de febrero de 2013

SELECCIONES NORTE

Jugar de portero no es fácil. Pocos niños quieren estar solos bajo la portería y frente a todo un equipo rival. Además, tienen que evitar que el balón entre en el arco que defienden. Es, sin duda, mucho trabajo y demasiada responsabilidad para un niño. Por eso los que eligen llevar el número uno son especiales porque son valientes. No les asusta el ´cargo de confianza´ que tienen en sus respectivos equipos e inclusive rehuyen las felicitaciones de sus compañeros porque ellos, al fin y al cabo, hacen su trabajo.

Achica a los jugadores cuando se acerque hacia ti

Si te desplazas hacia adelante cuando un atacante se aliste para disparar contra tu marco, podrás recortar su ángulo de disparo y ocupar un mayor porcentaje de su campo de visión. Si te acercas lo suficiente al balón, deslízate de lado con todo tu cuerpo estirado para sostenerlo entre tus manos, y después compactar tu cuerpo para conservarlo en tu posición. No importa si el atacante se termina tropezando con tu cuerpo y cayendo al piso, siempre y cuando hayas llegado al balón primero con las manos.

Mejora tu tiempo de reacción

Un buen portero necesita actuar tan sólo fracciones de segundo después de que el balón salga propulsado hacia la portería por el pie del atacante. Una buena manera de practicar esta habilidad es colocarte a sólo a metro y medio de una pared, pateando un balón tan rápido como puedas sin que al rebotar hacia ti pierdas la capacidad de respuesta. También puedes practicar juegos de destreza corporal para practicar los tiempos de reacción en diferentes manera (intenta usar las manos, el pecho, la cadera, las piernas, el estómago, etc.).

Consigue el equipo necesario para ser un portero.

En realidad lo único que necesitas es un par de buenos guantes de fútbol (que no sólo ayudarán a amortiguar el impacto del balón para que tus manos no terminen adoloridas, sino que también ayudan a sujetar mejor el esférico) y un buen par de botas de fútbol (unos tenis o zapatillas deportivas normales no te darían el mismo balance para saltar y desplazarte a toda velocidad). Como equipo adicional puedes conseguir una camiseta y pantaloncillos especiales para porteros, con almohadillas en diferentes partes para amortiguar tus caídas después de tus vuelos hacia el balón

Aprende cómo leer el juego de los delanteros.

Gran parte de la habilidad de un portero radica en conocer cómo funciona la mente de los jugadores del otro equipo. Tener la capacidad de predecir la siguiente jugada que intentará un atacante te ahorrará muchos esfuerzos vanos y te permitirá neutralizar sus intentos de gol.

COMO SER PORTERO DE FUTBOL

Dicen que debes estar demente para querer convertirte en un portero, pero no basta con eso. Debes tener fortaleza mental, desplazarte con facilidad en el aire, y carecer del miedo a lastimarte. Como portero necesitas tener una buena visión de campo, manejar tu posición, ser muy rápido y poder manejar la pelota con los pies. También debes saber cómo adelantarte dentro de tu área y salir de ella cuando sea necesario. Cuando tomes esta última decisión; no puedes mirar atrás: debes ir a toda velocidad al encuentro del balón para interceptarlo antes de que el delantero pueda controlarlo.
Bueno hoy empiezo estos artículos los cuales espero sirvan de referencia y ayuda a todos aquellos jóvenes que se inician en este puesto a veces ingrato y otras veces muy estimulante. fui portero de fútbol desde una edad muy corta. pase por muchos aprendizajes y a veces demasiadas dura experiencias que se adquirieron a través del juego y de errores que empezando se cometen. esta pagina es para ayudarles e este puesto y sean mejores cada dia, aprendiendo, tecnicas y ayudandoles a tener mas destreza en este puesto.